Historia con sabor a chocolates
“Por el año 1985, descubro que me gustaba todo lo que estaba relacionado con la creatividad e innovación en el arte culinario.
Entonces, decido incursionar en la elaboración de huevos de pascua, a los cuales también decoraba, dando rienda suelta a la imaginación para que el resultado sea el mejor posible. Luego, con el pasar de los años, este descubrimiento en mí se fue transformando en un micro-emprendimiento. El producto comienza a aparecer en las góndolas de los distintos supermercados de la ciudad y la provincia. Comencé a asistir a diversos cursos de capacitación sobre chocolatería para mejorar e incorporar más productos a mi oferta, como también a distintas capacitaciones con el objetivo de llevar adelante una empresa.
Todo esto hizo surgir en mí una pasión por la actividad empresarial y la ambición de seguir creciendo para poder ofrecer aún más y
mejores productos a mis clientes.
Además, comencé a contactarme con diferentes distribuidores, representantes y supermercados para llegar a más puntos de venta.
Este objetivo no tardó en alcanzarse, dándome la posibilidad de crecer aún más y estar más cerca de la empresa propia. Simultáneamente, conté con el apoyo gubernamental para participar en ferias de exposición en todo el país.
En la actualidad, junto a mi hijos, quienes ya forman parte de esta empresa, incorporamos la línea de chocolates industriales para tener una oferta de productos y mercados más amplio y satisfacer a los heladeros y panaderos con un producto de primerísima calidad.”
Gladis Domínguez